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INTENTO SUICIDA

- Lo que no decimos, lo que no registramos, lo que no elaboramos, aunque no se vea no se va, no se muere, sino nos mata lentamente- Alenka Ruiz

INTENTO SUICIDA

–          Lo que no decimos, lo que no registramos, lo que no elaboramos, aunque no se vea no se va, no se muere, sino nos mata lentamente-  Alenka Ruiz

Cuando hablamos de suicidio se puede dividir en tres categorías: suicidio consumado, intento suicida e ideación suicida. Esta última categoría, la ideación suicida, ha sido poco estudiada, pero es un importante predictor del intento suicida. Además, hay investigaciones que demuestran que la ideación suicida es un síntoma que refleja un conflicto interno, relacionado con la desesperanza y la depresión, al igual que con el consumo de drogas o alcohol.

Pensar en el suicidio o intento suicida como una acto cobarde o valiente, ni ayuda a poder resolver y podría perdernos en focalizar la verdadera problemática. Si bien es cierto, la gente que intenta suicidarse está sufriendo, está teniendo en su vida mucho dolor y para ellos, es la única opción y posibilidad para solucionar lo que sienten.

Para comprender al suicidio y las tentativas suicidas, forzosamente debemos estudiar y atender al individuo y a su contexto, ya que esta relacionado con muchas de las áreas importantes de la vida de las personas: economía, salud, estado civil, edad, situación familiar y la sociedad en general. No podemos olvidar la parte activa que tenemos como sociedad para que estos eventos se den, se desarrollen, prevalezcan y vayan en crecimiento.  No podemos olvidar que nosotros como contexto social; influimos en las actitudes hacia la muerte y hacia la vida.

Las relaciones sociales tienen especial relevancia en este tipo de conductas, muchas veces estos actos que llevan una gran carga de “autodestrucción” también resultan agresivos y violentos para los contextos inmediatos (Stegel, 1965).

Existe una relación directa entre el comportamiento violento contra sí mismo y el que podría dirigirse hacia los demás, la conducta agresiva y/o violenta hace una diferencia de; hacia dónde y hacia quién va dirigida, podríamos decir que, en muchas ocasiones, el deseo de lastimar y lastimarse, están entrelazados. Existen dos tipos de conductas autodestructivas, las directas que conllevan a atentar contra la vida y las indirectas; que implican un alto riesgo respecto a la vida y la salud (Wrobleski, 1995).

El estar informados nos ayuda a no estar asustados, a saber, que, esto existe y si bien; no vamos a normalizarlo, podemos atenderlo.

Perder el miedo a pedir ayuda; este tipo de comportamientos difícilmente vienen solos, son comunes y están acompañados por padecimientos y enfermedades emocionales, psicológicas y psiquiátricas.

No es necesario juzgar ni al otro ni a nosotros, no es necesario obsesionarse con los porqués, no es necesario causarnos imágenes distorsionadas de las personas que atentan contra su vida, estos comportamientos son unas de las manifestaciones más claras y de los síntomas más tangibles de un grito de auxilio, de que esa persona necesita en calidad de urgencia, ayuda y tratamiento. Y la mejor noticia es que, si existe la posibilidad de atención y mejora.

http://www.uade.inpsiquiatria.edu.mx/pagina_contenidos/tesis/tesis_alenka.pdf

 

 

 

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