ACEPTACIÓN RADICAL DE LA REALIDAD

Por Dr. Everardo Castro

En muchas ocasiones nos ocurren situaciones con las que no estamos de acuerdo o que quisiéramos fueran diferentes. En esas situaciones, utilizamos el hubiera o el debería, para arreglar en nuestra mente la realidad a nuestro gusto, con el resultado de que sufrimos y nos frustramos cuando las cosas siguen sin doblarse a nuestra voluntad.

Para poder superar estos estados de ánimo negativos y poder avanzar en nuestra vida, en fundamental el aplicar la Aceptación Radical de la Realidad, que consiste básicamente en tres elementos:

• La realidad es como es
• Todo tiene una razón
• Frente a todo problema hay cuatro cosas que hacer.

Los explicaré cada uno:

El primero es que la realidad es como es. No es como tú quieres que sea, como crees que sería “justo” que fuera, o como sería conveniente para ti que fuera. 

La realidad es, y nuestro trabajo es poder aceptarla en primer lugar sin querer maquillarla o cambiarla, ya que, para poder cambiar tu realidad, primero debes aceptarla.

Aceptar una realidad no quiere decir que debes estar de acuerdo o a gusto con esa realidad, sino simplemente que ves las cosas como son, no como te gustaría que fueran.

Segundo, todo tiene su razón.  Esto se refiere a que su eres honesto contigo mismo y analizas tu realidad, de tu pasado hacia tu presente, y ver las circunstancias, ambiente y decisiones que tomaste, puedes encontrar una lógica de porqué tu situación actual es como es.

Todas las decisiones tienen consecuencias y las decisiones que tomamos están influenciadas por nuestra vida, conocimientos, carencia y fortalezas, por lo cual plantearse que “hubieras” podido tomar otras decisiones no solo no te ayuda, sino que no cambia tu presente. 

Lo único que puedes hacer es aprender del pasado para tomar decisiones diferentes en el presente. 

Y finalmente, frente a cualquier problema puedes hacer cuatro cosas:

• Aceptar la situación
• Cambiarla
• Modificar lo que piensas y sientes respecto a la situación
• Seguir miserable

Tu decides que es lo que vas a hacer, ya que si bien no puedes resolver todos tus problemas como quisieras, si puedes cambiar tus actitudes frente al problema o aceptarlo como es si no lo puedes resolver. O seguir enojado y sufriendo. 

Es tu decisión aceptar tu realidad, y a partir de ahí ver que puedes hacer al respecto.